Bitácora 10/05/16, martes, día 71, salimos hacia la República Dominicana.
Nos levantamos a las ocho de la mañana, desayunamos y nos dirigimos a ver al dueño de los remolcadores para pasarles el presupuesto de los daños ocasionados en la embarcación el pasado jueves y nos atiende y dice que en un par de horas se acercará al barco. Mientras tanto, vamos a la marina y después a realizar las gestiones con aduanas y migraciones para la salida de la embarcación y los dos nuevos tripulantes. Gestión amable y relativamente rápida y cuando regresamos al velero, aparece Alvaro de Marichalar, conocido aventurero español, en una moto de agua, rodeado de embarcaciones que se aproxima al Nautico de San Juan culminando una travesía que inició hace tres años por etapas, saliendo desde Puerto Rico, La Florida, Cartagenas de Indias y otra vez Puerto Rico, unas 7.000 millas en solitario. Cuando se acerca a nuestra posición, ve el pabellón del barco, y se acerca a saludarnos, exhibiendo en ese momento también junto a la bandera de Puerto Rico la española y nos invita al acto que se va a celebrar en las instalaciones de la marina. Que vamos una vez solucionado el tema de los remolcadores y nos encontramos dentro de una sala, donde Alvaro cuenta la hazaña que ha realizado ante la prensa y asistentes, mientras visionamos imágenes de esta travesía y de otras gestas que ha llevado a cabo anteriormente. Después de hacernos la foto de rigor, volvemos al velero y hacemos un arroz con verduras y bacalao y luego nos dividimos y mientras unos cargan agua en los tanques auxiliares, otros vamos a descargarnos la Meteo para afrontar las casi doscientas millas que nos separan de nuestro próximo destino en la República, Samaná. Sobre las 21:00, después de pertrechar todo el barco, salimos de noche por la bahía, dejando una bella estampa nocturna y enfilamos a motor para salir de la isla. El viento no ha hecho acto de presencia hasta bien entrada la madrugada, que nos hemos repartido haciendo guardias de hora y media cada uno. Mañana seguiremos navegando durante todo el día pero esa será otra historia. Sed buenos y propicios vientos tengáis.
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Bitácora 9/05/16, lunes, día 70, recorremos los museos del viejo San Juan.
Después de un gran desayuno para Coger fuerzas, nos vamos a visitar los museos y fortificaciones del viejo San Juan, para conocer y aprender de primera mano la historia de dónde estamos. Está todo muy bien conservado y las explicaciones que vamos leyendo, cuadran bastante con lo que vemos. Comemos un hotdog en plena calle y continuamos nuestro itinerario, a veces caminando y otras a bordo de la guagua. Cuando regresamos al velero, lo Encontramos inusualmente más lejos de donde lo habíamos fondeado y los veleros vecinos cuando nos acercamos, nos llaman y nos comentan que empezó a hacer mucho más viento y que nuestro barco empezó a garrear y navegar por dentro del canal hasta que se volvió a parar, pero esta vez, bastaste cerca de un gigante barco de carga. Incluso nos comentaron que fueron a nuestro barco para arrancar motor o subir el ancla, pero estaba todo desconectado y no pudieron hacer nada al respecto. Tuvimos suerte, el canal estaba perfectamente dragado y los laterales habia mucho agua, pero por precaución, cuando lo llevamos navegando de nuevo al sitio donde estaba fondeado, tiramos el segundo ancla A unos metros de la primera para asegurarnos que tenemos bastantes metros en el fondo, que hacen mucho más Complicado el poder garrear y movernos de nuestra posición. Luego vamos al supermercado a hacer una compra de avituallamiento dado que mañana salimos dirección República Dominicana y la pertrechamos toda en el barco y hacemos la cena a bordo y nos vamos a dormir. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 8/05/16, domingo, día 69, bienvenida a mis amigos Borja y Justo, ambos de España.
Amanece nublado después de una noche tormentosa y con bastante viento, ahora en calma y después de desayunar nos vamos de nuevo a conocer la zona de condado con sus restaurantes y playas más cercanas a la ciudad. Al ser aquí el día de la madre, mucha gente en coche yendo y viniendo de comer por la zona. Descansamos un rato sobre la arena de la playa, una minisiesta para recibir a mis dos amigos que vienen en avión desde España, uno de ellos, Borja que me acompañará hasta España y Justo hasta la República Dominicana. Llegan un poco más tarde de lo previsto, incidentes en la aduana del aeropuerto no tan radicales como los que tuvimos nosotros pero demoraron en el tiempo. Llegaron, dejamos las maletas en el velero y nos vamos a recorrer la Placita, que al ser domingo no hay tanta gente como el jueves que fuimos la primera vez, pero aún hay algo de ambiente, cenamos la mar de bien en un restaurante de la zona y cuando empezaron a cerrar todos los sitios nos volvimos al velero. Ellos llevaban las seis horas de diferencia y sus cuerpos lo acusaban. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 7/05/16, sábado, día 68, El viejo San Juan en Puerto Rico.
Nos levantamos con un día bastante bueno y después de desayunar nos vamos al casco histórico de San Juan, un recorrido que nos lleva unas cuatro horas tanto andando, visitando museos, catedrales, calles y demás, como con un trolley, el típico bus tren turístico que gratuitamente va haciendo paradas en los distintos puntos dignos de ver. Comemos en un puesto en la calle y sobre las 19 horas nos vamos al velero, donde volvemos a cambiar impresiones con los que van a navegar hacia Brasil y nos intercambiamos las monedas que nos sobran, a nosotros los Ec, eastern Caribbean y ellos nos ofrecen los pesos de la República Dominicana. Casi una hora y media contando tanto donde hemos estado nosotros como ellos. Consejos de donde parar, con quien hablar y qué hacer y vamos de Nuevo al casco histórico. Por la noche es otra historia, las calles que estaban desiertas por el día, ahora están atestadas de gente, jóvenes y menos jóvenes, entrando y saliendo de las Decenas de locales abiertos. La calle San Sebastián es la calle de moda y que concentra la mayoría de sitios. Me meto en la Factoría, un sitio lleno de estancias diferentes con músicas distintas que a medida que pasan los minutos se llena por completo. Pasan las horas muy deprisa con buena música, gente espectacular y serviciales y ya de madrugada cuando estamos de nuevo todos en el velero, se avecina una tormenta eléctrica que nos trae viento de unos 20 nudos que hace que el barco quiere navegar en todas direcciones al igual que los barcos vecinos, que por la posición en la que estamos, nos quedamos a menos de media eslora de uno de ellos. Nos quedamos espectadores viendo la evolución, uno de los dos nos hemos movido, porque antes estábamos más lejos, pero la situación no es para sacar fondeo y volver a ponernos más lejos. La distancia se mantiene y nos vamos a dormir con el oído bien atento y activó la alarma de fondeo por si nos movemos pero por suerte no ha sido así y se ha calmado el viento y ha sido una noche más apacible hasta que ha amanecido. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitacora 6/05/16, viernes, día 67, odisea con inmigraciones en San Juan, Puerto Rico.
Después de desayunar y hacer la colada, me encuentro con un patrón que se les había estropeado su embarcación auxiliar y me piden que los lleve al velero que estaba fondeado al lado del nuestro a lo que acepto por supuesto y en el camino me va contando que está haciendo la travesía opuesta a la nuestra con destino final, Ilha Grande en Brasil, la isla que me ha encantado siempre y a la que he ido ya en varias ocasiones. Me alerta que con adunas y migraciones vamos a tener problemas al igual que los han tenido ellos, que se los llevaron detenidos y casi esposados a las dependencias oficiales y no se quedó corto con lo que nos pasó. Cuando llegamos a la oficina de la marina, muy cordialmente llaman a aduanas y le comentan que somos tres personas y que hemos venido en velero, el oficial que me atiende me empieza a hacer decenas de preguntas que voy contestando hasta que al final me dice que nos esperemos allí que van a ir unos agentes para formalizar la entrada. Al cabo de unos 20 minutos, aparecen tres policías de aduanas e inmigraciones y con un aire de superioridad y prepotencia nos indican que no tenemos visa para estar en suelo americano y aunque yo había sacado el ESTA, que es el documento que se puede hacer por internet y que te habilita si te lo aprueban a entrar por medio de avión o crucero comercial, en velero privado no lo admiten y a los dos argentinos que están a bordo, tampoco al no tener visa. Nos dan dos opciones, o les pagamos 585 dólares por persona como una especie de multa y así nos dan una visa temporal o nos vamos de allí inmediatamente y no podremos entrar en EEUU durante mínimo cinco años por haber violado sus leyes. Después de mucho discutir y decirles que no les íbamos a pagar, y que habíamos obrado de buena fe y que la entrada en puerto había sido por necesidad y toda una serie de cosas para que se apiadaran de nosotros, deciden llevarnos a sus oficinas donde superiores valorarán que hacer. Nos vamos en dos coches patrullas con agentes armados hasta los dientes e incluso con chaleco antibalas y cuando llegamos nos comentan que tienen que hacer todo el protocolo de inmigrantes ilegales y nos tienen más de cuatro horas, interrogando, con careo incluido, nos registran y nos cachean minuciosamente después de habernos metido en el calabozo para llevar tal menester. Junto a nosotros dos navegantes más, un canadiense y un suizo que les ha pasado lo mismo que a nosotros, uno de ellos completamente enojado, a punto de llorar. Los trámites se hacen eternos hasta que al final deciden no cobrarnos pero si darnos una visa durante seis meses para estar en suelo americano pero si salimos, no podemos entrar sin una visa. Aviso para Navegantes que vayan a estar por el Caribe, sacad la vida de EEUU aunque no penséis entrar en suelo o aguas territoriales americanas para evitar disgustos. Bueno, sin comer y aburridos de tanta burocracia, nos devuelven a la marina, son casi las 9 de la noche y hacemos la comida merienda cena a bordo y después voy a dar una vuelta para celebrar que no hemos quedado presos a una zona cercana que se llama Condado, donde hay bares, restaurantes, hoteles y discotecas llenos de gente y decido entrar en el Blue Martini, más cerca de la marina que por lo que me cuentan y luego compruebo es el lugar de moda, gente bien, música buena y actual, y hasta las 02:00 que regreso al velero. Mañana más y mejor ya como inmigrantes con papeles. Sed buenos y propicios días tengáis. Bitácora 5/05/16, jueves, día 66, en Puerto Rico.
Las más de 70 millas que nos separan desde St Thomas a Puerto Rico, a una velocidad de unos 5 nudos con casi sin ola y sol, cuando la previsión era lluvia, vaya desastre de meteorólogos hay en todo el mundo, hacen que habiendo salido de madrugada lleguemos antes del ocaso a nuestro destino, San Juan en Puerto Rico. Hemos izado su bandera cuando hemos entrado en sus aguas y no nos hemos cruzado con ningún barco. Lo que se ve desde el mar es naturaleza y playas de arena blanca, tienen muy buena pinta. Atravesamos al entrada de la bahía, con dos fortalezas que la franquean, un puerto seguro en su día al poder ser protegido con armas de cañones desde ambos lados. El frente del mar está llenos de casas de diferentes colores y la muralla que rodea el casco antiguo. Nos dirigimos a San Juan Marina Bay, donde fondeamos enfrente, y bajamos para realizar las gestiones de aduanas y migraciones pero la oficina estaba cerrada y lo dejamos para el día siguiente. Nos cambiamos y nos dirigimos a una d nlas zonas que nos recomiendan que se llama La Placita, de día es un mercado de frutas y verduras pero por la tarde noche, cambia radicalmente y se convierte en un bullicioso lugar, lleno de gente, locales con música y todo el mundo bebiendo y bailando en la calle. Gente de todo tipo, jóvenes y mayores, agolpados al son de la música. Hay decenas de restaurantes que te ofrecen todo tipo de viandas. Nos metemos en uno, que nos tratan la mar de bien y cenamos tostones y mojones rellenos de carne, acompañado con unas cervezas. Luego nos vamos a un local que tiene fama de que la gente canta al ritmo de karaoke las canciones más conocidas de por aquí, y todo el mundo les imita cantando. Para desplazarnos de la marina hasta cualquier sitio necesitamos de un bus que nos saque de una especie de isla, donde para cruzar las calles nos la jugamos ya que o no hay aceras o los semáforos nunca se ponen en verde para los peatones. Subimos a un bus y tenemos que pagar 0,75 dólares pero solo en monedas y no cambian y no tenemos monedas, por lo que el conductor nos invita amablemente a que nos bajemos y nos toca buscar cambio, una ardua tarea que al final conseguimos y así pudimos movernos por la ciudad. Regresamos después de la primera noche en San Juan en un taxi a la marina y nos vamos a dormir. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 4/05/16, miércoles, día 65, en las US virgin islands.
Después de desayunar tranquilamente en Tortola, navegamos costeando por la isla hasta atravesar otras más pequeñitas y llegar a Jone Van Dyke, una isla con un encanto especial, agua transparente, arena blanca y restaurantes bares al lado de la playa. Nos visan los pasaportes y la entrada del barco en tan solo 15 minutos, milagro. Una bahía cerrada perfecta donde dejamos el barco y nos vamos a bañar y tomar una cerveza en el bar Corsairs, que según dicen es el número uno de la isla, tematizado tipo Harley, con inscripciones con rotuladores de todas las personas que van desfilando por allí y clavamos unas chinchetas en un mapa mundi que nos aconseja el dueño en hacerlo, donde se ven todas las ciudades de origen de los clientes. En Valencia ya había una, de las tan solo media docena de toda España, ahora hay dos. Un lujo poder disfrutar de ello. Acto seguido nos vamos a la vecina isla de St. John, perteneciente a las Islas vírgenes de EEUU, y me asombra lo cuidado que está todo, mucho más si cabe que las anteriores, playas paradisiacas, fondeamos en la bahía de Honeymoon (luna de miel), imaginaos como es la playa y la población vecina de Cruz Bay con todo lo necesario y con casas tipo cuento, pintadas de muchos colores. Como estamos a tan solo un par de horas de St. Thomas, decidimos pasar la tarde allí y cuando llegamos a Charlotte Amalie, fondeamos en medio de la bahía delante de un crucero de la Royal Caribbean gigante. Descendemos a tierra y nos vamos a cenar al Frenchtown, también a un bar famoso, el Rum Shandy, un sitio pintoresco rodeado de bares al lado de otra marina y cerca del centro de la población. Resulta simpático que cuando preguntamos a alguien en inglés por algún sitio, en seguida nos detectan como que hablamos español y se alegran de hablarlo con nosotros y son más que amables. Nos volvemos al barco ya que esta madrugada salimos con destino Puerto Rico. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 3/05/16 martes, día 64, llegamos a Tortola.
Nos despertamos en Gorda Island, que haciendo la vista atrás es de lo mejor que hemos visto hasta la fecha. Bajamos de nuevo a tierra ya que hace un sol radiante y grabamos todo lo que se puede, ya que las imágenes bien valen la pena. A continuación ponemos proa a Tortola, pasando por las Dog islands, Salt island, hacemos una parada para comer en Cooper island, una diminuta isla pero con todo lo necesario para olvidarte del mundo. Nos bañamos en aguas transparentes y volvemos a reanudar la travesía por Peter Island hasta llegar por la tarde a Tortola, donde nos agarramos a una boya y bajamos a conocer la pequeña ciudad, que tras visitarla vamos al supermercado a cargar provisiones y volvemos a cenar al barco, vemos una película y a dormir, mañana llegamos a las US virgin islands, St John y St Thomas camino de Puerto Rico. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 2/05/16, lunes, día 63, rumbo a las Islas Vírgenes, empezamos por Gorda Island
Las guardias han sido las más mojadas desde que iniciamos la travesía desde Uruguay. Hemos llevado la tormenta encima nuestro desde que hemos salido hasta las 09:00 de la mañana. Y lluvia torrencial. La Suerte que no era eléctrica y veíamos los rayos lejos y sobre la costa. El viento ha estado muy caprichoso y desde puntas de 30 nudos que han hecho que recojamos trapo hasta la ausencia total que el motor ha estado trabajando una hora y pico. Vamos haciendo trasluchadas para acercarnos a las islas. El mar está en bastante calma después de la tormenta y ayer volvimos a subir al barco una langosta que vamos a dar buena cuenta de ella. La tenemos en un tipo de pecera en la nevera de la mesa de bañera, con agua salada lista y a punto para ser consumida. Por ello, hacemos una Fideua con langosta y barracuda. Espectacular. Entramos a la bahía de Gorda island por el norte y nos encontramos con unas preciosas vistas, todo rodeado de vegetación y lleno de barcos, donde nos acercamos a la marina y fondeamos y bajamos con el auxiliar a pegarnos una buena ducha y es la hora del recibimiento a los huéspedes de la marina y nos invitan a cerveza, vino y comida. Un lujo, el sitio, el trato y todo. Nos vamos bajo una capa fina de lluvia con el dinghy hasta la pequeña isla que tiene el Saba Hotel, un pequeño pero lujoso establecimiento que solo se puede acceder por agua y donde además de hospedarse tienen un bar restaurante. Y estaba lleno. Por lo que volvemos al barco a descansar. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 1/05/16, domingo, día 62, Anguila, relax en una pequeña isla.
Nos hemos levantado sobre las 09:00 y hemos puesto dirección Anguila desde Sant Martín, tan solo nos separan unas 25 millas y las hacemos prácticamente todas a Vela junto a varios barcos. Veo en la carta que enfrente de nuestro destino hay una pequeña isla con la leyenda "Quiosco", solo langostas y cervezas. Cambiamos rumbo, quitamos Vela y fondeamos alrededor de corales y nos bajamos en Dinghy por un estrecho paso hasta dar con la playa, una isla de unos 100 metros de largo por 40 de ancho, con un pequeño restaurante donde sirven tan preciado menú. Las cristalinas aguas invitan a bucearlas y allá que vamos con las cámaras a grabar toda la vida que haya allí. Las imágenes aéreas un espectáculo y las del fondo marino también. No hay desperdicio. Se avecina al rato una tormenta y nos vamos a la isla principal donde comemos unos macarrones al roquefort con un vino bourdeos. Lógicamente ha habido una merecida siesta que al despertar había música en vivo en la playa y hemos ido un rato, hasta que sobre las 23:30 nos hemos vuelto al velero a degustar la barracuda a la plancha con patatas y huevo. Un pescado blanco delicioso, muy suave y tierno. Habrá que conseguir más. Una hora después ya tenemos la proa puesta en las Islas Vírgenes a 80 millas de distancia. Me ha encantado lo que he visto de Anguila, una isla pequeña para tener todo el relax del mundo y esa minúscula isla me ha enamorado. Empiezan las mojadas guardias por la lluvia constante que nos acompaña. Sed buenos y propicios vientos tengáis. |
AuthorOscar Lopez, adventurer spanish sailing around the world. Economist, Aircraft pilot, sailor, rallys, biker, diver, 4x4, rider, skier, runner. I love to discover new places and interest people. Now writing 2 books. Archives
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