Bitácora 25/05/16, miércoles, día 86, navegando para atravesar las Bahamas rumbo Bermudas

Bitácora 25/05/16, miércoles, día 86, navegando para atravesar las Bahamas rumbo Bermudas
Las guardias de dos horas han sido rápidas y lo único es que llevamos cansancio acumulado y en algunas el sueño quiere tratar de vencerte. Pero por suerte no lo consigue y haces todo lo posible para no caer en sus brazos.
Después de la tormenta dicen que viene la calma y así fue. Vamos más lento de lo previsto, encima con un viento que no no favorece en absoluto y tenemos que ir haciendo bordos y aunque hemos navegado más de 150 millas en 24 horas. Tan solo nos hemos desplazado 100 millas hacia nuestro destino.
Hemos tirado la caña y al rato algo muy grande ha roto el sedal con todo lo que llevaba consigo, plomo y anzuelo. Hemos cambiado por otro y durante el resto del día, solo ha habido un amago pero sin resultado feliz.
Para comer, Borja ha preparado una pasta con brócoli, cebolla, ajo y tomate que estaba buenísima y a media tarde, y para cargar baterías para la noche, Mauri nos viene con un cocktail de frutas con papaya, guayaba y un mango diferente al que estamos acostumbrados. Todo muy rico.
Se va haciendo de noche y mientras uno está de guardia, los otros leen, escriben o conversan, y de vez en cuando, echan una cabezadita.
Volvemos a estar rodeados de tormentas eléctricas, en una hora pueden haber caído más de 1000 rayos.
Hacemos una sopa de fideos con un hueco dentro y un par de salchichas con platano frito y empezamos las guardias nocturnas equipados con los chalecos salvavidas automáticos con luces estroboscopicas, silbato y mosquetón con línea de vida, para poder desplazarnos por el barco con mayor seguridad en caso de que lo necesitemos.
El Viento hace de las suyas y no sopla lo suficiente ni en la dirección que queremos para poder salvar la isla de Long island y nos vemos obligados a encender motor durante varias horas para pasar este punto. Luego izamos velas pero solo navegamos a unos pobres 2 nudos. Esta noche va a ser dura. Y sigue la tormenta eléctrica acechándonos.
Sed buenos y propicios vientos tengáis.