Bitácora 01/04/2016, viernes, día 32, rumbo a Natal

Bitácora 1/04/16, viernes, día 32, rumbo a Natal.
Hoy hace un mes que iniciamos la travesía de regreso del velero a España desde Punta del Este y Piriapolis en Uruguay. Por un lado ha pasado muy rápido aunque si lo analizas, llevamos recorridas más de 2.100 millas. Unos 4.000 km casi, y nos ha acontecido de todo. Un simil es como si hubieramos salido en coche desde Valencia hasta Moscú. O navegando hasta Grecia por el Mediterráneo ida y vuelta. Hemos visitado lugares increíbles, amaneceres y puestas de sol que la retina recordará siempre, nos hemos alimentado tanto en tierra como a bordo, con todo tipo de alimentos, sobre todo estando en el barco, pescado que ha enriquecido nuestra dieta enormemente.
Hoy salimos dirección Natal desde Recife, saliendo por el canal, con marea alta y enseguida ponemos velas, tanto la intensidad como la dirección del viento nos favorecen y con una pequeña aunque molesta ola navegamos entre 6 y 7 nudos.
A los poco minutos de salir, un dorado de unos 8 kilos tira del sedal y al final, en el último momento cuando ya lo íbamos a subir a bordo, se zafó del anzuelo y se escapó. Lástima, a la plancha hubiese sido una delicia.
La tripulación lee, escribe o descansa, mientras surcamos las olas.
Nos Pican un par de peces, que por lo que tiraban debían ser grandes, de hecho uno nos rompió el sedal. Al final, no ha habido suerte y hoy no cenaremos pescado.
El atardecer sobre Joa Pessoa, con tonalidades que van desde el naranja al rosa hacen que tomando un té yo y los argentinos y uruguayo un mate, entras en un trance difícil de olvidar.
Cae la noche y seguimos a Vela. Una gozada escuchar solo el sonido de las olas y el viento, con una música de fondo de vez en cuando.
Una familia de delfines vienen a jugar a la proa. Nunca me cansare de ver delfines.
Cenamos y empiezan las guardias. Por el rumbo que llevamos deberemos de virar a la madrugada y para eso necesitamos manos. Aprovecharemos un cambio de guardia para hacerlo.
Sed buenos y propicios vientos tengáis.