Será probablemente uno de los viajes de tu vida. Imagínate 180 días embarcado, surcando el mediterráneo y conociendo sitios increíbles, amaneceres espectaculares, mientras conoces a gente de toda Europa, en su habitat, su cultura y gastronomía.
Después de estar este año navegando la mayor parte de él y conocer muchísimos paises, el gusanillo de viajar se ha instalado en mí y quiero compartirlo con personas que quieran salir de su estado de confort y descubrir una experiencia única. Los temores iniciales se desmororan cuando llevas tan solo unas millas navegando y no querras parar de viajar cuando empieces a sentirte parte de la embarcación, en cada una de las guardias contemplaras las estrellas y amaneceres que se quedarán grabados en la retina para siempre. Conocer el mediterráneo desde una embarcación es para la mayoría de los mortales un sueño que nunca podrán llegar a realizar y ahoras es tu oportunidad. Tu familia, amigos, trabajo y demás va a estar a tu vuelta tal y como lo has dejado. Aunque tú volverás completamente cambiado, desestresado, con ganas de comerte el mundo, preocupándote por las cosas importantes, habiendo dejado de ver la televisión y prensa, te sentirás libre para empaparte cuando tú decidas de qué leer y qué ver. Harás amigos para siempre a bordo, cocinarás, navegarás, pasarás frío y calor, dormiras muchas veces a pierna suelta y otras veces, no pegarás ojo. Es la aventura, solo tenemos los destinos prefijados para tener una idea de por dónde y cuando vamos a pasar, y el viento realizará el resto. Si te lo piensas demasiado te lo vas a perder. Espero poder contar contigo como parte activa de la tripulación, tanto si son dos semanas, un mes o lo ideal, los seis meses que va durar esta gesta y que con salida el próximo 1 de mayo, concluirá en Valencia el 31 de octubre. Bienvenido a bordo.
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Bitácora 16/07/16, sábado , día 137, llegamos a Valencia, nuestro destino.
En la primera guardia seguimos con viento y dirección favorables. El mar está en relativa calma y vamos a unos cómodos cinco nudos. La noche con luna creciente y miles de estrellas la hacen muy llevadera. Vamos costeando viendo todas las luces de la Costa y algún mercante que nos pasa por estribor a bastantes esloras de distancia. Amanece con un sol radiante, buena temperatura y estamos pasando en esos momentos Alicante. El viento cae y ponemos motor proa a cabo la Nao, que pasamos haciendo fotos y ya tenemos en línea recta a Valencia dentro del golfo y en unas pocas horas estaremos atracando allí. Aparecen unos veinte nudos de popa cuando llegamos al cabo de san antonio y nos impulsan a unos siete nudos, para llegar a las 22:30 horas al Real Club Náutico de Valencia, en 137 días desde que salimos de Punta del Este, Uruguay, habiendo recorrido 10.000 millas. Sed buenos, propicios vientos tengáis y cambio y corto. Bitácora 15/07/16, viernes , día 136, menos de 200 millas de Valencia.
La guardia con una luna cada vez más grande y el cielo lleno de estrellas, nos invitan a estar atentos a los barcos que nos vienen en varias direcciones. Estamos cerca de la ruta comercial y algún intrépido velero como nosotros sigue nuestra derrota. El cansancio va haciendo mella en la tripulación y las miles de olas que nos azotan hace que estemos más tiempo alertas y despiertos que descansando. Hemos cruzado los Cabos de gata, palos y seguimos nuestro rumbo. Para comer un atún fresco a la plancha con ensalada. Pescamos un par de veces pero se escaparon. Se nos engancho una gaviota juguetona con el sedal, y tuvimos que rescatarla. Por suerte no le pasó nada, solo un buen susto. Por la tarde después de jugar a los dados vemos que la mayor Tiene un patín roto y un descosido. En medio del oleaje seríamos mayor y después de una hora larga conseguimos solucionarlo cosiéndolo. Mientras, hemos visto como una patrullera de Aduanas remolcaba a un velero desarbolado, sin palo que estaba muy cerca de las rocas. Es una imagen que siempre sobrecoge, un velero sin el mástil, significa problemas y gordos. Continuamos nuestra derrota y hacemos la cena, lomo con patatas. Eolo hace acto de presencia para enviarnos buen viento y del rumbo que nosotros queremos y sacamos todo el trapo y vamos dirección a Benidorm, nuestro objetivo era pasar el Cabo de San Antonio pero no está nada mal. Se ha apiadado de nosotros y nos ha dado una tregua. Empiezan las guardias. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 14/07/16, jueves , día 135, lentos y con ola seguimos nuestro rumbo.
La primera guardia nocturna es fría y húmeda. Vamos a vela haciendo bordos y no recortamos muchas millas. Como no podía ser de otra forma, el viento lo tenemos de cara y es la única dirección contra la que no podemos navegar. Nos quedan menos de trescientas millas pero se están haciendo larguísimas. Por la mañana, costeando vamos viendo las infinidades de construcciones que salpican la Costa. Tenemos cobertura de móvil y nos bajamos las previsiones que no cambian para nuestro bien. Comemos una pasta boloñesa y unos amagos de pesca que resultan infructuosos. Por la noche, pechuga de pollo con tortilla de patata. Empiezan las guardias. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 13/07/16, miércoles , día 134, dentro del Mediterráneo.
El cruce del estrecho de noche no tiene desperdicio. Ambas costas iluminadas, decenas de buques de todo tipo hacia una y otra dirección, perfectamente señalizada en las cartas náuticas y que todo el mundo sigue escrupulosamente. El viento y corriente nos favorece aunque por seguridad vamos con tres rizos y el Génova, y sin motor. La noche va pasando y las guardias se suceden mientras nos vamos dejando el paso atrás y los barcos se separan cada uno en una dirección. Nosotros seguimos hacia arriba peor el viento hace de las suyas y tenemos que caer hacia la península sin poder recortar ni una milla de nuestro destino final, Valencia. Por la mañana, una patrullera de la guardia civil nos aborda y después de pedirnos los papeles y sin tan siquiera hacer una inspección ocular por dentro, no les hemos levantado ningún tipo de sospecha, se van, no sin antes casi perder a uno de los guardias civiles por la borda cuando iba a subir a su Neumatica por un golpe de mar. Seguimos nuestro rumbo y pescamos un atún. Para comer hacemos carne con patatas. Por la tarde, el mar sigue bravo y vamos aproximándonos cada vez más a Costa para ver si amaina. Por la noche hacemos el atún con una ensalada y empiezan las guardias. Nos alumbra una creciente luna que nos acompaña. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 12/07/16, martes, día 133, cruzamos el estrecho de Gibraltar.
Nos despertamos a las nueve y nos vamos al centro a recargar víveres y desyunar unos churros con un café con leche. Hoy despedimos a Borja que estuvo con nosotros desde hacía 65 días cuando se embarcó en Puerto Rico. Hemos disfrutado con él. Ha sido parte fundamental de la travesía Atlántico y le echaremos de menos. Lo dejamos con el taxi de vuelta a la marina en la estación de tren y soltamos amarras y salimos de la bahía con un viento importante que nos impulsa a unos magníficos ocho nudos. Sacamos toda la vela y nos movemos paralelos a la Costa hasta que llegamos al tráfico regulado del estrecho donde por seguridad dejamos tan solo la mayor apoyados con motor, que junto con la corriente nos impulsa a unos 9 a 10 nudos. Comemos carne con salsa de cebolla y nata junto a una ensalada. Pescamos otro atún. La dieta de pescado está resultando un éxito. Vamos fenomenal. Se hace de noche con un ocaso especial, a un lado África y al otro, Europa. Seguimos la derrota del resto de mercantes, Nos pasan rápidos pero nos dejan respeto y agua por todos los lados. Se empiezan a iluminar ambos continentes. Para cenar, Mauri prepara el atún con una ensalada con cítricos con tinto de verano. Empiezan las guardias. Hoy va a ser interesante por el flujo de tráfico en ambos sentidos y el viento empieza a subir hasta llegar a los treinta nudos por popa. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 11/07/16, lunes, día 132, en Cádiz.
La primera guardia de la noche sigue siendo dura, el viento arrecia y la ola nos golpea. El cielo está espléndido, las estrellas campan a sus anchas. Aún la contaminación lumínica de la península no nos afecta. Por la mañana ya vemos tierra, han sido diez días y medio desde Faial en Azores, 1.100 millas, que hemos tenido de todo. Pescamos dos atunes en menos de 30 minutos y danos buena cuenta de uno de ellos, descorchamos un Cava y celebramos que ya estamos a punto de haber cruzado el Atlántico con tripulación reducida. Sobre las 16:00 hacemos entrada al Puerto América. La marina al lado del club náutico de Cádiz. Nadie nos ayuda a atracar y cuando llegamos hay unos diez veleros. Ninguno viene de cruzar, son extranjeros pero vienen de Francia la mayoría. Hacemos los papeles de entrada y viene nuestro amigo Fran para hacer la travesía hasta Valencia. Nos pegamos una merecida dicha y nos cambiamos para ir a picar algo por la tacita de Plata, Cádiz. Recorremos cuatro o cinco restaurantes disfrutando de las viandas locales, jamón del bueno, pescaditos fritos, papas aliñas, cazón, gambas, chicharrones, con unos barbadillos y unas cuantas cervezas. Después nos tomamos una copa y nos volvemos al velero. Mañana salimos a navegar temprano porque el parte indica que o cruzamos el estrecho de Gibraltar mañana o la cosa se complica y nos tendríamos que quedar en Cádiz hasta el domingo ya que entra un levante fuerte que imposibilita el cruce ya que el viento y la corriente se encañona y es complicadisimo el paso, más si cabe con un tráfico importante de mercantes. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 10/07/16, domingo, día 131, llegando a Cádiz, menos de 100 millas.
Esta noche ha sido muy dura, el viento no ha dejado de soplar entre 20 a 23 nudos y la ola cada vez más y más molesta, nos lleva por donde quiere. El Dinghy se ha soltado de su fijación en proa y va dando golpes Enormes que parece que se va a romper el casco del barco. Pero es de noche y no podemos solucionarlo, tenemos que esperar a la luz del día. La guardia controlando el viento, la ola y algún mercante que sale de la península hace que no pare ni un minuto. Cuando me voy a dormir entre guardias no pego ojo por los golpes que vienen de arriba. Por la mañana, nos ponemos de aleta para que las olas y el viento nos permitan trabajar a gusto y recogemos un poco más de Génova y hacemos firme el dinghy. El viento aumentando. Después de comer un bocadillo de jamón York y salchicha, empiezan a desfilar decenas de buques mercantes, salen de todos los lados y te sientes una hormiguita ante tanto mastodonte. Las leyes marítimas están muy claras, ellos tienen maniobra restringida y nosotros vamos a vela, estamos en ese punto que a ellos en mar abierto les cuesta muy poco esquivarnos y a nosotros un mundo el evitarles a todos. Pero uno a uno los vamos sorteando. Por la noche, calentamos una pasta y un arroz y empiezan las guardias. Mañana llegamos a Cádiz y habremos cruzado el Atlántico. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 09/07/16, sábado, día 130, volamos hacia Cádiz.
Seguimos yendo rápidos, entre 7 y 8 nudos. Una gozada, el velero escorado, vamos prácticamente en ceñida todo el rato y el barco vuela. Toda la vela sacada y devorando millas. De la previsión inicial vamos con varios días de retraso pero con el Dios Eolo poco se puede hacer, sobretodo cuando no tienes suficiente autonomía con motor para librar la distancia que tienes que cubrir. La primera guardia nocturna ha sido pasada por agua, con visibilidad reducida y con el cielo encapotado. En el día de hoy bajaremos de las 300 millas que nos separaran de Cádiz. En la segunda el viento has subido a casi 25 nudos y nos equipamos para enrollar el Génova y poner el tercer rizo a la mayor. Nos cuesta un rato, pero ahora vamos casi a la misma velocidad pero menos escorado y mucho más seguro. No hace día para cocinar y comemos unos hotdogs y nos vamos turnando, el estado de la mar así cansa una barbaridad, entre las olas que te empapan y tienes sal hasta en las orejas y que estás en tensión para no caerte, cuando por fin te metes en el camarote para descansar parece que hayas venido de correr 20 kilómetros. El ocaso de hoy ha sido diferente. Sin nubes, el sol se ha ido ocultando lentamente hasta que ha desaparecido, dando paso a otra noche estrellada, pero las olas de tres metros que nos zarandean por todos los lados no invitaban a estar mucho en bañera. Hemos cenado unos Sándwiches de atún, maíz y mahonesa y han empezado las guardias. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 08/07/16, viernes, día 129. Quedan menos de 500 millas a Cádiz.
Al final de mi primera guardia, cuando viene Borja a sustituirme, por fin aparece el viento y apagamos motor, llevaba 12 horas encendido, y sacamos Génova y vamos haciendo una media entre cinco y seis nudos. No esta mal. La noche como las anteriores, estrellada, hoy con bastante humedad, a primeras horas de la noche llovió un rato y de vez en cuando aparece una estrella fugaz. En mi segunda guardia, el viento rola al este y vamos a casi ocho nudos, por fin viento. Pero dura poco y se establece más al norte pero nos movemos y vamos en buena dirección. Y al final, pescamos un atún rojo, estaba solo en bañera y pelea un poco pero sube al barco, lo limpio y lo meto en el congelador. Daremos buena cuenta de él luego más tarde. El viento desaparece de nuevo. Para antes de comernos el atún con una ensalada, volver a aparecer y ya no nos ha abandonado en todo el día, haciendo puntas de 8,3 nudos. Vamos con todo el trapo arriba y ya teníamos ganas de ir rápidos. Con esta previsión y velocidad en tres Dias y poco más estamos en Cádiz. Por la tarde, empieza a lloviznar y sigo escribiendo. Para cenar comemos todos los arroces y pastas de los días anteriores y empiezan las guardias. Sed buenos y propicios vientos tengáis. |
AuthorOscar Lopez, adventurer spanish sailing around the world. Economist, Aircraft pilot, sailor, rallys, biker, diver, 4x4, rider, skier, runner. I love to discover new places and interest people. Now writing 2 books. Archives
Noviembre 2017
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