Bitácora 27/06/16, lunes , día 119, llegamos a Azores. Ayer hicimos 108 millas, décimo quinto día de Bermudas/Azores.
En mi primera guardia, cuando sustituyó a Mauri me comenta que cuidado porque tenemos un grupo de barcos fondeados a nuestro estribor unas cuantas millas más a proa. Lo veo y le digo, no Mauri no, eso es tierra, son las islas Azores, concretamente Faial y Pico, lo que pasa es que estamos viendo las luces de la población y al estar a 30 millas nos parecen barcos. A nuestro babor sí que hay un barco, no sé si como nosotros o algún pescador. Aunque aún no hemos pisado tierra, ya hemos llegado. Lo difícil está hecho. Ahora queda atracar y ponernos manos a la obra para que nos solucionen las cosas que tenemos pendientes para poder largar cuanto antes. Hemos hecho 1.933 en casi 16 días, que sale a una media de unas 120 millas/día. Hemos tenido de todo, pero en conjunto ha sido una buena travesía. Llegamos directamente a la gasolinera, hacemos todos los papeles de entrada y nos dan un atraque abarloados como tercer barco, aquí es como exprimen al máximo el tema de los amarres. Pero estamos tan lejos de todo que no nos podemos conectar a la energía ni al agua por lo que mañana cambiaremos de sitio. Hoy vamos a comer en tierra a un bar mítico en las Azores, el Peter Cafe sport. Una institución aquí en la isla de Faial. Nos encontramos con Silvia, la navegante que vimos en Bermudas y nos explica un poco como va la isla. Hacemos las gestiones para que nos vengan a reparar el alternador y las velas pero ya será mañana. Aquí es típico pintar el logotipo, leyenda o el nombre del barco, la fecha y la tripulación y país de origen en todas las paredes y suelo del Nautico. La imagen es espectacular. Nosotros hacemos lo mismo y dejamos nuestra huella. Nos vamos a cenar a un restaurante cercano a l puerto que lo típico es que te pongan una piedra Volcánica caliente y tu mismo té haces la Carne. Perfecto. Nos tomamos una copa para celebrar la etapa complicada que acabamos de Hacer y nos vamos al velero a dormir. Sed buenos y propicios vientos tengáis.
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Bitácora 26/06/16, domingo , día 118, a 100 millas de Azores. Ayer hicimos 108 millas, décimo cuarto día de Bermudas/Azores.
Guardias nocturnas sin novedad, en la de la mañana he puesto combustible con los tanques de respeto, no tenemos aún así suficiente para llegar con seguridad a Azores, por lo que sacamos la mayor durante unas cuantas millas para garantizar que llegamos a puerto. El alternador vuelve a fallar y no cargamos batería. Vamos a revisarlo. Los peces siguen sin subir al barco. Amanece con un día gris y una fina lluvia aunque tenemos un anticiclón encima. Comemos pasta con tomate y atún. Mañana por la mañana llegaremos a la isla de Faial. Hay ganas. Allí tenemos que reparar el Génova, cargar combustible, agua y provisiones. Y salir de nuevo rumbo a Cadiz, unas 1.100 millas en línea recta que comparados con las casi 2.000 de esta, nos va a parecer un juego de niños. Creo que lo más complicado ya está hecho. Espero no equivocarme. Hoy el atardecer ha sido genial. Entre el horizonte y las nubes densas que había en el cielo ha entrado perfectamente hasta ocultarse. Para cenar, un plato inventado que consistió en pasta, cebolla pochada, atún, un montón de especias, semillas de chia, huevo duro y alcaparras y a la cama. Mañana será un largo día de hacer cosas. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 25/06/16, sábado , día 117, a 200 millas de Azores. Ayer hicimos 117 millas, décimo cuarto día de Bermudas/Azores.
Mis guardias a motor no revisten ninguna novedad. Me paso el tiempo tumbado en bañera, escribiendo o viendo alguna serie en la tableta. No hay barcos, no hay luces, no hay nada a la vista. Solo impertinentes olas que nos golpean sin cesar. Por la mañana un amanecer espectacular nos alumbra. Hace calor, y eso que hay nubes pero el clima es seco, estamos en el anticiclón de las Azores y lo notamos. Cada Vez estamos más cerca de la isla de Faial, nuestro destino intermedio. Para comer pasta con salsa de queso y otra de salsa tártara. Por la tarde, ponemos un cebo nuevo y tiramos la caña. Parece Mentira pero a diferencia de en el Caribe y subiendo Brasil que pescábamos siempre, desde que salimos de Cuba, nada de nada. Juego al ajedrez con Borja, y preparamos unos gintonics. La cena consistió en puré de patatas, huevo y salchichas. Nos quedan aún víveres, pero echamos de menos verdura, fruta y carne fresca. Vemos una película y empiezan las guardias. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 24/06/16, viernes, día 116, a 300 millas de Azores. Ayer hicimos 109 millas, décimo tercer día de Bermudas/Azores.
Como vamos con motor apoyados con mayor retenida, pues las guardias son bastantes tranquilas. El único riesgo que hay es que choquemos con algo y tiene que ser muy grande para que se nos complique la existencia. Por aquí no hay nada ni nadie. Solo nosotros. Solo se ve agua por todas partes y un botón de las olas que alguien lo ha activado a su máximo exponente y nos bate. He hecho durante el día un pr de cafeteras americanas que cuando ya estaba por la mitad, la ola, mueve el barco 40 grados hacia una banda y luego a la otra que derriba todo a su paso. A la mierda el café por toda la cocina, las neveras, el suelo. Ya me ves recogiéndolo la primera vez. Pruebo con la segunda y al cabo de unos minutos lo mismo. No hay más café por hoy. Sigo escribiendo, estoy siendo muy prolífico. Cuando no leo, veo alguna serie, descanso o hago la comida. Hoy nos hemos comido el arroz con salsa picante y para cenar hervido de patata, cebolla, con maíz, atún, pimientos asados y huevo duro. Y empiezan las guardias nocturnas. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 23/06/16, jueves, día 115, a 400 millas de Azores. Ayer hicimos 120 millas, duodécimo día de Bermudas/Azores.
Mi primera guardia sin novedades, noche de luna, estrellas y viento que ha rolado y nos está llevando al destino casi en línea recta. Todo perfecto. En mi segunda guardia después de tomarme un café y un Sandwich de jamón y queso, cuando ya se había bajado Mauri y Borja estaba durmiendo, veo con sorpresa que el Génova se ha descosido por una de las costuras y va desde la baluma hasta el stay con riesgo de romper y hago sonar la bocina de niebla que siempre llevamos en bañera y que significa que todo el mundo debe estar en bañera lo antes posible porque tenemos problemas. Cuando aparecen, ya estaba preparando la maniobra de recogerlo, y lo hacemos sin dificultad, pero el viento que sopla en ese momento unos 15 nudos con una ola que nos golpea insistentemente, hace que con solo la mayor arriba abatamos más de la cuenta y nos alejemos del destino y solo navegamos a unos dos nudos. Cargamos combustible con los tanques de respeto y nos da para llegar a motor a Azores. Porque las soluciones propuestas para ir más rápido como es quitar rizos de la mayor y llevar todo el trapo, con el consiguiente riesgo de que el viento suba y la rompa o la segunda opción que es si baja el viento, arriar el Génova para poder coserlo nosotros, también genera dudas por la efectividad de nuestro cosido h sobre todo porque en la Maniobra de arriada se nos puede romper y tener un grave problema como la otra Vez que no lo podíamos bajar. El día transcurre golpeando a las olas que nos vienen de proa, parece que el barco choque con algo físico y muy duro. En el camarote de proa se siente perfectamente. Nos pica algo realmente grande en la caña que se lleva rápidamente el sedal hasta que cuando llegó a detenerlo Lentamente, se corta por la fuerza que el Bicho ha ejercido puntualmente. Hacemos pasta con tomate y pepino naturales y aceite de oliva. Y después de la mini siesta, yo sigo escribiendo como desde que me desperté en la segunda guardia y enrollamos el Génova. para luego a Continuación ver un pr de capítulos de la serie bélica El Pacífico, hasta la hora de la cena que consistió en sopa de fideos y un Sandwich de atún con mahonesa. Nos quedan mano de 350 millas y la idea es poder llegar el domingo a Horta en la isla de Faial, pero ya veremos, vamos demasiado caídos y lo mismo tomamos alguna otra alternativa. Empiezan las guardias. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 22/06/16, miércoles, día 114, a 500 millas de Azores. Ayer hicimos 95 millas, undécimo día de Bermudas/Azores.
En la guardia nocturna hace una noche espectacular, luna llena que alumbra el mar y el cielo completamente lleno d estrellas, encima nuestro la osa mayor y la menor apuntando a la estrella polar. No hace casi frío, no hay ola y con unos ocho nudos de viento vamos a seis de velocidad, creo que por una corriente que nos impulsa. La segunda guardia con un amanecer fantástico, nos revela un día prácticamente sin nubes, un viento establecido de diez nudos que aunque no vamos a rumbo directo, nos lleva s buena velocidad. Estoy siendo bastante prolífico con la escritura del libro. Desayuno y me pongo enseguida manos a la obra. Pasan las horas y mientras controlo el velero, le doy al ordenador. Durante todo el día de hoy, hemos probado distintos cebos para ver si algún pez pica, pero todo ha sido en vano. Después de comer un arroz con cerdo picante nos han visitado un par de delfines y en la siesta, me despierta Borja diciendo que hay ballenas. Y efectivamente, salgo y un pr de ejemplares a unas cinco esloras nadan perpendicular a nosotros, no han notado nuestra presencia, porque en el momento que lo han hecho, se han sumergido y ya no las hemos vuelto a ver. Increíble experiencia ver a esos grandes animales tan cerca. Por su parsimonia podíamos haber chocado con ellas si se hubieran adelantado un centenar de metros, menos mal que no ha sido así. El susto para ambos hubiese sido terrible. Cae la tarde, hemos adaptado el horario a Azores, son dos horas menos que en Espsña y cenamos viendo un atardecer mágico, tan solo con unas pocas nubes que dan la tonalidad perfecta al ocaso. Y también vemos a un carguero que va destino a América. La cena consistía en una tortilla de patata española y pinchos morunos. Para acabar el día, nos hacemos el primer gintonic de la travesía. Empiezan las guardias. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 21/06/16, martes, día 113, a 500 millas de Azores. Ayer hicimos 120 millas, décimo día de Bermudas/Azores.
Anoche el viento era muy flojo y tan solo hacíamos uno o dos nudos de velocidad. Se ha ido al norte y eso nos dificulta seguir el rumbo además de que nos trae un aire mucho más frío. Las guardias las hacemos detrás de la capota antirociones protegidos de la humedad y el viento o dentro saliendo cada dos por tres para otear el horizonte y comprobar que no hay nadie como siempre. Hoy, el día más largo en el hemisferio norte y la entrada del verano y el más corto en el sur junto con el invierno, sería el cumpleaños de mi amigo Happy, que falleció en un desgraciado accidente laboral hace ya más de seis años y que es una de las personas que conozco que más le apetecería acompañarme en esta travesía. Nos iniciamos juntos en la vela y fuimos amigos inseparables durante más de 25 años, viviendo mil y una aventuras y siendo uña y carne. Cuando estoy en medio del Atlántico y te das cuenta que eres una microgota en la inmensidad del océano, entonces y solo entonces te das cuenta lo importante que son ciertas cosas y la imbecilidad que son la mayoría. Vamos demasiado abajo de nuestro rumbo ideal y tendremos que virar en algún momento. Nuestra proa en vez de apuntar a Azores, apunta más abajo de Canarias y esos son muchos grados de diferencia. Decidimos al final, dado que tenemos que cargar Baterias, aprovechar y al meter motor, arreglamos el Génova dándole más vueltas al enrollador, cargamos 300 litros de agua con los tanques de respeto que llevamos en el auxiliar y sube Borja a la primera cruceta a deslizar un cabo con el lazzybag. Y como estamos en medio del Atlántico, casi parados, con la mayor vamos a tan solo un nudo, decidimos bañarnos desnudos. Dicho y hecho. Un lujo que muy pocas personas en este mundo podrán decir que se han bañado en medio. Y tenemos fotos y vídeo del acto. Después nos hemos pegado una ducha en bañera y como nuevos. Mientras, Mauri nos estaba esperando con carne a la plancha y Polenta con queso chedar. La siesta no se ha hecho de rogar nada. Uno de guardia y el resto a dormir un poco. El viento flojo que viene de nordnoroeste no nos mueve demasiado pero no tenemos más remedio que aguantar y seguir. A medida que transcurre la tarde el viento hace acto de presencia aunque seguimos bastante caídos de nuestro destino pero aprovechamos por lo menos para correr. Hemos hecho hielos y hemos brindado con un poco de ron y whisky por la entrada del verano. Para cenar he hecho una sopa de cebolla con huevo y la ensalada de pasta que sobró ayer. A lo lejos, debajo de la luna, divisamos las luces de un carguero. Hacía días que no veíamos nada ni a nadie y hoy también hemos visto un avión. Se ve que estamos en la ruta comercial o muy próxima a ella. Empiezan las guardias. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 20/06/16, lunes, día 112, cambiamos huso horario.
Ayer hicimos 140 millas, noveno día de Bermudas/Azores. En mi guardia nada relevante, No vemos ni luces, ni barcos ni nada. La verdad es que está siendo una travesía que podíamos estar durmiendo dentro todos y que el barco fuera solo con el piloto automático y con el radar detectando si hay algo ahí fuera, pero ninguno de nosotros permitiría algo así, y por ello vamos rotando las guardias activas, vigilando que el velero vaya a su rumbo, el viento no nos gaste ninguna jugarreta de las suyas y que los peligros que nos acechan sean los mínimos posibles. Mi segunda guardia después de desayunar junto a Mauri unos huevos revueltos con bacon, es en un día gris, con niebla, el mayor enemigo de la navegación, ya que no ves prácticamente nada y las colisiones en esos casos son importantes. Pero ya sería mala suerte que en casi diez días no nos hemos cruzado con nadie salvo dos veleros para que nos vayamos a chocar con un carguero, no? Transcurre el día y sale el sol disipando la molesta niebla, mientras yo sigo escribiendo. Hoy es el cumpleaños de mi hija, 9 años, una de las razones que más me importan en esta vida y lo que añoro más que nada en esta travesía junto a su hermano Héctor. La llamo por el teléfono satélite para felicitarle el día y de paso me lo alegra también a mí escuchar sus voces a miles de kilómetros. Decidimos ir adaptándonos al huso horario que hay en Azores y que son tres horas más que teníamos en Bermudas, adelantando a las 12:00 una Hora más durante los próximos tres dias para llegar a las islas adaptados al horario. Ya en Azores tan solo nos separaran dos horas menos que en la península ibérica. Para comer hacemos pasta con brotes de soja, maíz, guisantes, huevo duro y atún, para combinar o con soja, salsa picante o mahonesa. Por la tarde, cada uno lee, escribe o descansa, hasta que el viento nos rola a oeste, por lo tanto trasluchamos para ir subiendo un poco más de latitud y al cabo de media hora al norte, por lo que acabamos en una completa ceñida, que pasa preservar el barco y las velas, recogemos más Génova y aún así vamos entre 4 a 6 nudos de velocidad. Por la noche, hacemos salchichas, puré de patatas y huevo. Empiezan las guardias. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 19/06/16, Domingo, Dia 111, Pasamos el
Ecuador de la travesía. Ayer hicimos 190 millas, octavo día de Bermudas/Azores. La primera guardia después de haber dormido cuatro horas seguidas casi inconsciente, el viento constante en unos veintipocos nudos y sabiendo que tenemos controlado el Génova, es un auténtico placer. Vamos rápidos, a rumbo y devorando millas. La noche es perfecta, una luna casi llena que alumbra el barco por popa que parece que llevemos un foco reflector a bordo. Mi segunda guardia cuando me levanto y desayuno junto a Mauri, sigue resultando muy buena, está nublado, cae una fina lluvia de vez en cuando pero nada destacable. Hemos recibido mensaje de tierra indicando que el viento va a bajar y rolar a derechas, por lo que tendremos que ir subiendo de latitud como vamos haciendo para así aprovechar esa circunstancia. Según los cálculos llegaremos probablemente el sábado, buen día para celebrar el cruce. Cuando no estoy de guardia, sigo escribiendo, leyendo o viendo alguna serie en la tableta. Aunque parezca desde fuera que es monótono, nada parecido. Estamos en un estado de alerta continuo y eso no te deja confiar en el azar. Siempre estamos haciendo cosas y no he sentido ni un minuto de ansiedad o aburrimiento. Para comer hacemos carne con patatas y ensalada de arroz. La tarde sigue siendo buena, empieza a rolar y en vez de subir, bajamos irremediablemente pero no podemos hacer nada, si trasluchamos es peor. Para celebrar que ayer hicimos todo y está resultando todo un éxito la travesía, solo destacaría que nos falta pescar, desde que ha venido Borja no ha subido un pescado al barco. Mauri nos invita a unos cohibas cubanos, que había comprado para regalar, que aunque no somos ninguno fumadores de puros, lo disfrutamos como se mereció. Vemos una película de acción en la bañera, mientras en el horno nos espera un trozo de carne de cerdo, con muchas especias y patatas en rodajas y cebolla. Un lujo poder comer ese plato en medio del Atlántico. Empiezan las guardias. Sed buenos y propicios vientos tengáis. Bitácora 18/06/16, sábado, día 110, volando voy, volando vengo. Ayer hicimos 172 millas, séptimo día de Bermudas/Azores.
Así rezaba una canción de Kiko Veneno que continuaba "por el camino, yo me entretengo", y no le faltaba razón. Esta travesía está resultando ser un master en navegación. Nos está pasando de todo y gracias a Dios y a la pericia y coraje de todos, estamos solventando la mayoría de problemas, a veces con soluciones bastante imaginativas, pero siempre confiando en nuestras posibilidades y armas como tripulación unida y que sabe en todo momento lo que hay que hacer. El cruce de ida de Europa a América es un auténtico paseo en barca en un lago comparada con la vuelta a Europa. Lo que más nos dificulta la buena travesía es la ola que nos hace aproarnos en exceso y eso deriva en que las velas sufran más de la cuenta y al llevar todo el Génova desenrollado y la mayor con tres rizos, cada dos o tres minutos, nos vamos de orzada, el barco se pone a escorar a 40 grados, para luego el piloto empezar a corregir cayendo, pero luego otra ola hace que derivemos más y volvemos a empezar con la fiesta. La única lectura buena además del gran aprendizaje en cuanto a navegación que estamos viviendo en nuestras propias carnes, es que vamos volando en velocidad. Con 30 nudos de viento con alguna racha de más intensidad, estamos haciendo una media de 8 nudos con puntas de hasta casi 14. Las guardias dobles han resultado muy efectivas y por suerte no hemos tenido que actuar mucho, salvo para cargar Baterias, corregir en algún caso la dirección que lleva el piloto y otear el negro horizonte para ver si hay alguna tormenta que nos pueda alcanzar y complicar un poco más la existencia. En el momento en que baje el viento tenemos que enrollar o arriar el Génova, está al límite de poder aguantar este viento, por lo que si sube un poco más, tendremos serios problemas. Por el teléfono satélite nos dicen que ya ha pasado lo peor, pero en el agua, no lo tenemos tan claro. Pero no nos queda otra que resistir como jabatos y esperar a que las condiciones sean más favorables mientras nos acercamos como rayos a nuestro destino. Los tres estamos cansados, mojados y aún con 900 millas por delante. Hoy pasamos el ecuador de la travesía, pero eso indica que nos quedan mínimo otros 6 días. Para desayunar hago unos Sandwichs de bacon queso para mantener alta la moral de la tripulación. Pedimos consejo a tierra por el satélite de que hacer y cómo pero las soluciones no son factibles por el estado del mar y viento. Nos armamos de valor y coraje y después de un buen plato de alubias, patatas, cebolla, ajo, tomate y atún, nos tiramos en la proa metiendo el enrollador dando vueltas y más vueltas durante tres duras horas, con olas que nos bañaban por completo y el barco dando bandazos a diestro y Siniestro, pero lo hemos culminado con existo y ahora con menos de medio Génova vamos seguros. Después de toda esta odisea, lo único bueno es que hemos recorrido casi 190 millas en un día desde que se soltó el enrollador. Nos metemos una buena ducha, ropa seca y nos disponemos a cenar, hoy vamos a caer rendidos, ha sido una noche y día muy duro. Empiezan las guardias. Mañana más. Sed buenos y propicios vientos tengáis. |
AuthorOscar Lopez, adventurer spanish sailing around the world. Economist, Aircraft pilot, sailor, rallys, biker, diver, 4x4, rider, skier, runner. I love to discover new places and interest people. Now writing 2 books. Archives
Noviembre 2017
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