Bitácora 9/04/16, sábado, día 40 de travesía, rumbo a Fortaleza.
40 días embarcado dan para mucho. Hay gente que tiene barco de toda la vida y nunca ha estado tanto tiempo y mucho menos, navegando y recorriendo tantas millas. Y lo que aún nos queda por recorrer. Está siendo una travesía muy entretenida. Conociendo lugares increíbles, gente interesante, conviviendo con personas que no conocías de antemano y que ahora probablemente por un lado sepas cómo es más que sus mejores amigos y por otro, compartiendo momentos y vivencias únicos que hacen que se forje un lazo muy fuerte que nadie podrá olvidar, comidas, pesca, conversaciones, etc. Esta travesía no estaba pensada hacerla de este modo pero las vicisitudes de la vida hacen que vayas superando todos los obstáculos que surjan, y en definitiva me alegro de estar viviendo esta aventura y de esta forma, a diferencia supongo de los que se han quedado en tierra, por no cumplir su palabra y en definitiva porque nunca les había llamado la aventura, era solo por aparentar. El tiempo pone a cada uno en su lugar, y espero que tengan tiempo para reflexionar y ver lo que se han y están perdiendo por, no sé cómo llamarlo, pero una buena definición sería, por cobardes. Salir de tu zona de confort y enfrentarte a lo desconocido, aunque en principio puede dar vértigo, cuando estás encima de la ola, ya no quieres bajar y los momentos que te toca disfrutar, lo haces al cien por cien y motivado completamente. Y no penséis que este viaje esta resultando fácil y cómodo. Hay vivencias duras, horas interminables en alguna guardia bajo la lluvia, temiendo otras que nos alcance una tormenta eléctrica, con calor y humedad, durmiendo pocas horas y a veces en lugares insospechados, o que cualquier fallo humano pueda desencadenar un accidente. Pero todo ello se eclipsa cuando llegas a un sitio paradisiaco y en velero, que cuando hablas con los oriundos del lugar se asombran y se llevan las manos a la cabeza, o ves un ocaso como nunca antes habías visto, o tan simple como leer un buen libro, y que te asalten una familia de delfines y vayas a verlos a la proa del barco como juegan. Eso sí que no hay palabras para describirlo. Unos prefieren coleccionar cosas, "dígase casas, coches, motos, zapatos", yo desde hace un tiempo, prefiero coleccionar momentos. En la mayoría de fotos y vídeos, por muy bonitos que parezcan, no se asemeja ni por casualidad al vivirlos en primera persona. Un éxtasis momentáneo pero que perdurará en nuestra mente para siempre. Gracias a escribir este cuaderno de bitácora, me sirve para recordar la cantidad de momentos y lugares que si no lo pusiera negro sobre blanco, con el transcurso del tiempo confundiría sitios y se me olvidarían infinidad de detalles. Como el de hoy después de levantarnos y desayunar, hemos cambiado el cebo de la caña de pescar y hemos subido a bordo después de luchar durante más de media hora, tener que bajar la plataforma y estar toda la tripulación solo con este menester, uno con el garfio para poder agarrarlo cuando esté en la popa, otro a la caña recogiendo ayudado por dos personas más de lo que tiraba y por último otro con él salabre para meterlo dentro. La recompensa al duro trabajo, un dorado precioso de unos 10 kilos y un metro veinte de alto, el cual ha sido fotografiado con la tripulación, antes de filetearlo y dejarlo listo para las comidas que vamos a hacer con el. A mediodía hemos comido un par de ensaladas con varios filetes de dorado a la plancha. Espectacular estaba el pescado. Un manjar. La siesta no se ha hecho esperar, este madrugada llegamos a Fortaleza y nos queda llegar a puerto de noche. El viento nos acompaña buena parte del día y como la corriente y la ola está de nuestro favor, vamos entre 7 a 9 nudos de velocidad. No está nada mal, hoy combinado motor con Vela, en 24 horas hemos recorrido unas 180 millas. Después de estar desde que salimos de Recife el pasado día 1 de abril, hasta hoy sin poder recargar agua ni gas, hemos agotado ambos suministros y esperamos llegar a puerto para poder abastecernos de todo. Hoy cenaremos algo frío y/o cocinado con el microondas. Las guardias serán breves al llegar pronto a destino. Mañana por la mañana recorreremos Fortaleza. Sed buenos y propicios vientos tengáis.
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AuthorOscar Lopez, adventurer spanish sailing around the world. Economist, Aircraft pilot, sailor, rallys, biker, diver, 4x4, rider, skier, runner. I love to discover new places and interest people. Now writing 2 books. Archives
Noviembre 2017
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