Bitácora 5/3/2016, invitado a bordo

Bitácora 5/3/2016
Día con el mar en calma, sin olas, sol radiante, temperatura ideal para ir en bermudas y manga corta. Nos vamos turnando a la caña cada hora y media y se está haciendo muy llevadero el llevar el velero a mano.
Da para hablar entre los que estamos en cubierta, el que está en la caña atento a todo, y en definitiva, un placer navegar en estas condiciones. Nos faltaría un poco de viento para poner ambas velas. La mitad del tiempo vamos solo a motor y el resto apoyado con el Génova.
Mauricio el uruguayo, nos cocina un arroz con panceta, tomate, cebolla, Colita de cuadril que hace las mil delicias de la tripulación. Y menos el que está de guardia el resto hace una merecida siesta, esta Noche volveremos a hacer guardias a la caña.
Navegando cerca de la Costa, entre 6 a 8 millas, no nos cruzamos con nadie, vemos la orografía del terreno, los cientos de aerogeneradores que tiene Brasil instalados y nos regala la naturaleza una puesta de sol con las Montañas al fondo que no tiene precio.
En ese momento, el Dios Eolo se apiada de nosotros que ya vamos 24 horas a motor y decide darnos una tregua y sacamos velas y nos ponemos a unos 5 y 6 nudos de velocidad y hemos cambiado de amura, que siempre estábamos amurados a babor.
Un ave se posa encima de una cruceta, se ve que está exhausta y la llevamos con nosotros varias horas hasta que emprende el vuelo de nuevo una vez recuperado fuerzas.
Por la noche, hago una tortilla española, que la deboran, con una salchicha parrillera.
Empiezan las guardias nocturnas y la noche promete seguir navegando a viento, una gozada con el cielo estrellado teniendo a Júpiter como referencia a seguir en la proa y sin ola.
Sin más novedades que narrar hasta que vuelve a amanecer.
Sed buenos y que tengáis los vientos propicios.