Bitácora 17/06/16, viernes, día 109, a 1.000 millas de Azores y bajando. Ayer hicimos 85 millas , sexto día de Bermudas/Azores.
Llevamos más de 800 millas recorridas y hemos tenido de casi todo. Encalmadas que queríamos matarnos por solo ir a un nudo o incluso menos pero con una ola que nos zarandeaba como la centrifugadora de una lavadora, pasando por vientos de más de 20 nudos con rachas de hasta casi 30 nudos, que han puesto el barco a casi 13 nudos de velocidad. Sol, lluvia, calor, frío, humedad, de todo un poco. Hemos tenido veleros vecinos que por unas causas u otras hemos dejado de ver, debido probablemente a que cada uno tiene una información y cuando la estudia y la procesa la decisión resultante es diferente o simplemente por la velocidad que desarrolla cada barco, que en solo unas horas puedes distanciarte tantas millas que ya no los puedes ver. Hoy, en la guardia de la 01:30, hemos decidido trasluchar e ir hacia el norte y ha sido una magnífica elección, hemos abandonado los ridículos 2 nudos y hemos pasado a navegar con 7 y 8 nudos de velocidad y encima a rumbo casi directo. Estamos subiendo de latitud con todo lo que ello implica, más viento, más frío, más probabilidades de borrascas, pero nos molestan más las encalmadas que el viento, siempre que no sea excesivo. En mi segunda guardia, creemos haber visto a unas diez esloras una ballena, ya que el mar estaba bastante calmado y hemos visto emerger el típico sifón que las caracteriza durante tres o cuatro ocasiones. Al final ha desaparecido por donde ha venido y hemos seguido desayunando. Pero solo imaginarte que has estado tan cerca, ya es increíble. Hoy me he acabado el libro que ayer finalizó Borja y hemos estado comentando la trama y lo bien que ha estado. Recibimos un parte de Pablo por el teléfono satélite indicando que esta noche vamos a tener 30 nudos del suroeste, ya veremos en qué queda todo, porque la previsión de ayer que íbamos a tener una borrasca encima resultó ser una encalmada de narices. Hacemos una pasta con salsa boloñesa y el que no está de guardia o descansa, lee o escribe. Pero los casi 30 nudos hacen acto de presencia desde la tarde y vamos surfeando las olas rapidísimos. Y eso que vamos con tres rizos en la mayor y el Génova prácticamente enrollado por seguridad. Vamos equipados con trajes de agua, chalecos y líneas de vida. De vez en cuando una ola atraviesa la proa del barco, inundando la regala y haciendo escorar el barco que las vela empiezan a flamear y el piloto automático se va fuera de rumbo y ya te ves menos al que está de guardia cogido con la línea de vida a los arraigos de bañera, saliendo de los camarotes para ver si ha sido solo una ola o es el viento que ha empezado a arreciar y se necesitan manos para arriar velas o cambiar de dirección. Las olas son implacables y el barco parece un auto de Choque y eso que las recibimos de aleta o casi de popa, con alguna despistada que viene por el través, que si vinieran de proa, sería salvaje. Por la noche y para Dormir más tranquilos recogemos el Génova hasta dejarlo en un pañuelo, todo bien hasta que al cabo de unos minutos se suelta el enrollador y sale todo el trapo, y vamos con treinta nudos de viento. Mal, muy mal. Las opciones que tenemos para solucionar el tema son solo dos. Una es intentar pasar un cabo por el enrollador y empezar a dar vueltas hasta conseguir poder enrollar parte, pero las olas y que el barco se va de orzada cada treinta segundos no la hace muy viable, y encima es de noche. La segunda, es correr con todo el trapo arriba, que nos impulsa hasta casi los 13,5 nudos de velocidad y esperar a que amaine para poder arriarla y enrollarla como toca. Y que aguante toda la jarcia de los embistes que está soportando. Es la primera noche que doblamos las guardias y la tercera persona está vestida y preparada para salir rápidamente pero se encuentra descarnado en el sofá del salón, en vez de estar en bañera con los otros dos. Hacemos un par de Sandwichs para cenar de atún con mayonesa y empiezan las guardias, confiando que el piloto automático lo haga tan bien como hasta la fecha. Nos espera una noche movidita. Sed buenos y propicios vientos tengáis.
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AuthorOscar Lopez, adventurer spanish sailing around the world. Economist, Aircraft pilot, sailor, rallys, biker, diver, 4x4, rider, skier, runner. I love to discover new places and interest people. Now writing 2 books. Archives
Noviembre 2017
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