Bitácora 12/06/16, domingo, día 104, empieza el viento en serio. Ayer hicimos 66 millas, primer día de Bermudas/Azores.
En mi guardia de las 07:30, después de que Mauri haya mandado el mensaje de todo ok por el spot a nuestros amigos y familiares que cada 12 horas lo reciben indicándoles también nuestra posición, me ayuda a sacar un poco más de Génova, acomodar el rumbo y como ha subido la intensidad del viento, ahora nos movemos entre 5 a 8 nudos de velocidad. Si, esto es lo que íbamos buscando. Encima la dirección de la ola nos acompaña y el rumbo que llevamos es bastante bueno para no perder millas e ir siguiendo la línea ortodromica hasta Azores. Nos quedan aún unas 1.600 millas hasta la primera isla y unas trescientas millas más hasta San Miguel, la última y más cercana a la península ibérica. Hace sol, la temperatura aunque es agradable, se agradece llevar algo más de ropa, ya que estamos subiendo de latitud y eso se nota. La caña nos da una alegría y recogemos el sedal, con bastante esfuerzo, y cuando lo sacamos, es una bolsa gigante de plástico. Maldita sea, queremos pescado. Lo único bueno es que ya no se lo comerán los peces. Él enrollador del Génova nos está dando un poco más de guerra de lo normal y cuando estamos los tres despiertos, nos vamos dos a proa, para quitarle las escotas y enrollarlo bien, pero tras hacerlo nos damos cuenta que es problema del último tercio del cable del stay que está un poco doblado y la driza quiere enrollarse con él y entonces da tirones. Lo solucionamos más menos jugando con la driza y sacamos cuando el viento se establece todo el Génova para correr un poco, ya que en 24 horas, tan solo hemos recorrido unas 70 millas, una ridiculez. Mauri hace para comer Polenta con carne y salsa que cada vez nos gusta más, y nos indica que en Uruguay es una comida de pobres, pero nos parece exquisita a nuestro paladar. Por la tarde, me acabo el tercer libro y último de la trilogía The Century de Ken Follet, este han sido unas 1.200 páginas. Y vemos a la lejanía un velero, que lleva dos velas, que se va acercando a nosotros, cayendo en exceso para el único rumbo que por estos lares se puede ir, y cuando ya lo tenemos bastante a la vista, y con los prismáticos no vemos a nadie en cubierta, suena la radio llamándonos por nuestro nombre de Kamaleon y le respondemos en inglés y nos indica que es el mismo barco que coincidimos en San Juan en Puerto Rico y en Sant Georges en Bermudas. Nos saludamos y coincidimos en que ambos vamos a Azores y que se va a quedar a nuestra popa. Son una pareja de alemanes sobre los 60 años, muy simpáticos y que hemos hablado en más de una ocasión. Todo un lujo llevar un velero cerca por si ocurre algo. Nos hemos cruzado con algún otro velero pero era de noche y al amanecer ya no lo hemos visto. Para cenar hacemos unas patatas fritas tipo paja y unos hotdog con queso, y empezamos las guardias nocturnas con un cielo completamente estrellado, la luna creciente y aunque con una ola de entre uno y dos metros, vamos rápidos. Sed buenos y propicios vientos tengáis.
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AuthorOscar Lopez, adventurer spanish sailing around the world. Economist, Aircraft pilot, sailor, rallys, biker, diver, 4x4, rider, skier, runner. I love to discover new places and interest people. Now writing 2 books. Archives
Noviembre 2017
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