Bitácora 10/04/2016, domingo, día 41, en Fortaleza.
Amanecemos a escasas millas de Fortaleza. La vista desde el mar es la de una ciudad moderna, con sus edificios repartidos por toda la costa. Nos acercamos a motor Después de bajar velas a la única Marina que hay en el lugar. Nos hartamos de llamar por radio, teléfono a tanto a Capitanía, a los distintos clubs mágicos y no nos hacen ni caso, para variar. La marea aquí es de 2,5 metros y se nos puede complicar en cualquier momento. Siguiendo detalladamente las cartas y el navionics que tenemos en el teléfono y tableta, seguimos sorteado todos los obstáculos, barcos hundidos, piedras que no sobresalen tan solo 10 centímetros, para ir a Marina Park Hotel. Pasamos al lado de un buque hundido, guardando respeto y a tan solo menos de una eslora por nuestro estribor, en un momento determinado asoman un par de piedras amenazantes que nos dejan sin respiración. No estaban señaladas ni física ni digitalmente. El susto es brutal. Una vez recompuestos, llegamos a la marina y después de estar dando vueltas porque no nos atrevemos a entrar, tiramos el Dinghy al agua y ponemos elmmotornh nos acercamos a ver qué narices pasa. Llegamos con el auxiliar, y preguntamos en el Hotel que es el que gestiona la marina y dicen que hoy es domingo y no trabaja nadie, nos facilitan teléfono y hablamos con el que lo lleva y nos dice que hay agua y que entremos, que no nos va a Tudor Nadie y eso hacemos. La maniobra complicada, hay que tirar el ancla y son otras amarras hacerse firme a popa y poner unas amarras en los laterales para que no nos movamos como una coctelera. Al final y con la ayuda inestimable de un barco de Nueva Zelanda que llevan viajando tres años, conseguimos atracarlo en el muelle flotante que en algún lustro pasado fue nuevo y no ha recibido ninguna atención desde ese momento y esta que se rompe Por todos los lados y eso que estamos en uno de Los mejores hoteles de la zona. Nos vamos directos a la súper piscina que tienen y pasamos prácticamente todo el día, mojándonos y disfrutando. Por la noche nos cambiamos y vamos a ver una feria artesanal y cenamos en la playa en uno de los muchos restaurantes. Cuando regresemos al barco, caemos rendidos. Sed buenos y propicios vientos tengáis.
0 Comentarios
Tu comentario se publicará después de su aprobación.
Deja una respuesta. |
AuthorOscar Lopez, adventurer spanish sailing around the world. Economist, Aircraft pilot, sailor, rallys, biker, diver, 4x4, rider, skier, runner. I love to discover new places and interest people. Now writing 2 books. Archives
Noviembre 2017
Categories |